Esta casa tiente una larga fachada entera de blanco y subdividida en lienzos muy verticales por el leve relieve de las pilastras; en la planta baja éstas quieren ser dóricas, y jónicas en la alta, y para subir desde la acera a la terraza se alargan y se hacen delgadas, excesivamente delgadas para sujetar con firmeza los jarrones vidriados de la balaustrada que se recortan en el cielo brillando de verde y amarillo.
Particular, no se visita.